Titulo: Full Metal Jacket. Año:1987 Duración: 120 min. País: Reino Unido
Director: Stanley Kubrick Guión Stanley Kubrick, Michael Herr, Gustav Hasford (Novela: Gustav Hasford)
Reparto: Matthew Modine, Vincent D’Onofrio, R.Lee Ermey, Adam Baldwin, Arliss Howard, Dorian Harewood, Kevyn Major Howard, Ed O’Ross, Gary Landon Mills, Sal Lopez, John Stafford, Kieron Jecchinis, Ngoc le, Papillon Soo Soo, Bruce Boa.
Full Metal Jacket , la he vuelto a ver hace unos días, y mientras la estaba viendo se me dibujaba en el rostro una sonrisa tonta de placer. Y es que la primera parte de la película es una lección de cine, con tan solo 5 minutos de película ya te engancha.
Destaca por su arranque, agresividad y violencia psicológica. Gracias a las grandes interpretaciones de Vicent D'Onofrio como Leonard Lawrence recluta Patoso,(digno de recuerdo esa cara de loco estilo Jack Nicholson) y R. Lee Ermey como el sargento de artillería Hartman que nos ofrece un sensacional trabajo como instructor y sus inolvidables frases. Pues en esta película aprendimos del sargento Hartman muchos insultos y canciones.
“Quiero que estos retretes estén tan limpios que hasta la misma Virgen María pudiera venir y descargar con la cabeza bien alta.”
“- ¿Cuánto mides?
- Señor, 1.80 Señor.
- No sabía que una mierda pudiera ser tan alta.”
“¡Eres tan feo que podrías estar en un museo de arte contemporaneo!”
"Aqui mi fusil, aqui mi pistola, una da tiros la otra consuela."
Kubrick nos regala esta vez dos películas en una. El film está claramente dividido en dos partes. La primera parte brutal, sarcástica, genial y sobretodo un final que te sobrecoge.
Esta primera parte se centra en Parish Island, un centro de entrenamiento de la marina norteamericana. El sargento de artillería Hartman, duro e implacable, tiene como objetivo de convertir a unos cuantos adolescentes en verdaderos marines. En esta primera parte se refleja la alienación del individuo y la degradación del ser humano, encaminado todo ello a formar maquinas de matar. Todo ello independientemente de los medios utilizados, sin importar las consecuencias. Esta frase del Sargento Hartman no puede resumirlo mejor
“Si alguno de vosotros, nenas, sale de esta isla, si sobrevivís al entrenamiento; Seréis como armas, ministros de la muerte, siempre en busca de la guerra. Pero hasta ese día sois una cagada. Lo más bajo y despreciable de la Tierra; ni siquiera algo que se parezca a un ser humano. Solo sois una cuadrilla de desgraciados, una panda de mierdas inútiles pasadas por agua. Como soy muy duro, sé que no voy a gustaros; pero cuanto peor os caiga mejor aprenderéis. Soy duro pero soy justo y aquí no hay ninguna intolerancia racial, no desprecio a nadie porque sea negro, judío, latino o chicano. Aquí todos sois igual de insignificantes. Y mis órdenes son acabar con todos aquellos que no sean capaces de dar la talla en mi amado cuerpo. ¿Me entendéis, capullos?”
La segunda parte Kubrick refleja la realidad de la guerra su crudeza e inutilidad. También descubrimos un juego psicológico, donde los soldados se cuestionan y se ven obligados a hacer lo que deben para sobrevivir. Los soldados no luchan por unos ideales o por un objetivo, sólo luchan para sobrevivir y para vengar a sus compañeros caídos. La muerte sólo genera más muertes.
Como no podía ser de otra manera nos encontramos ante una obra maestra de este brillante director Stanley Kubrick. Podemos decir que este film es una crítica a la jerarquía del ejército, a la guerra, a la sociedad capitalista,...a todo aquello que hace que “este mundo sea una puta mierda sí, pero estoy vivo y no tengo miedo” como decía el recluta bufón.
Tremenda película de Stanley Kubrick!
Abrimos la despensa de Full Metal Jacket y encontramos una única referencia gastronómica, el donut relleno que encuentra el sargento Hartman en la taquilla abierta del recluta Patoso.
El Donut en su origen no es norteamericano, Se considera que el origen del donut viene del dulce navideño holandés oliebollen que éstos trajeron a Nueva Amsterdam, futura ciudad de Nueva York en el siglo XVII.
Después de más de tres siglos de su creación, hoy es todo un emblema nacional de la gastronomía estadounidense. Se consagró como desayuno familiar en la vida de los americanos gracias a una iniciativa de la ONG cristiana, El Ejército de la Salvación, quien repartía estos pasteles a los soldados americanos en Europa durante la I Guerra Mundial. Esta consagración tiene su reconocimiento nacional cada primer viernes de junio, día del donut, donde se disfruta con un valor añadido de este dulce en cualquier establecimiento.
Este es mi cuchillo, hay otros muchos pero este es el mío. Mi cuchillo es mi mejor amigo, y es mi vida, tengo que dominarlo igual que me domino a mí mismo. Sin mí mi cuchillo no sirve, sin mi cuchillo yo tampoco sirvo. Tengo que acertar con mi cuchillo, tengo que cortar los alimentos que tengo que cocinar, tengo que cortarlos antes de cocinarlos, lo haré. Esto que digo lo juro ante Dios, mi cuchillo y yo somos los defensores de mi cocina, dominamos nuestros alimentos y alimentamos nuestras propias vidas. Así sea, hasta que en vez de alimentos haya recetas. Amén.
Bueno después de esta versión gastronómica del rezo “Este es mi fusil”… pasamos a elaborar la receta del donut relleno Full Metal Jacket.
Ingredientes
300 gr de harina de fuerza
100 gr harina de repostería.
250 ml de leche
½ cucharadita de sal
2 sobres de levadura de panadero
3 yemas de huevo
1 cucharada de extracto de vainilla
50 gr de mantequilla
50 gr de azúcar
Aceite vegetal para freir.
Relleno:
Crema de cacao. Nocilla, nutella.
Preparación:
Primero de todo tenemos que tener en cuenta que los alimentos deben estar a temperatura ambiente, especialmente la leche, la mantequilla y los huevos. .
En un bol mezclamos los 300gr de la harina de fuerza, el azúcar, la levadura y la sal. En otro bol mezclamos el huevo batido, la mantequilla, la leche y la cucharada de extracto de vainilla, y posteriormente lo añadimos al bol de la harina.
Empezamos a amasar, este proceso si no tenemos una amasadora nos costará un poco, doy fe. Vamos amasando e incorporando poco a poco los 100 gr de la harina de repostería que tenemos reservada hasta que la masa esté homogénea y algo pegajosa, de esta manera nos saldrán unos donuts esponjosos.
Ponemos la masa en un cuenco amplio, tapamos y dejamos en un sitio cálido y seco hasta que leve, es decir que la masa fermente y doble su volumen. Debemos calcular una 1 hora más o menos, Mientras esperamos que doble su volumen podemos ver la primera parte de la película,
Una vez la masa ha doblado su volumen, ponemos sobre la encimera un poco de harina esparcida y colocamos la masa sobre ella. Vamos amasando con la ayuda de un rodillo hasta que la masa tenga un 1 cm de grosor.
Una vez la tengamos extendida la masa con su 1 cm de groso, vamos a proceder a hacer la forma de nuestros donuts. Con la ayuda de un vaso de círculo grande cortamos la masa para formar nuestros donuts.
Una vez cortados los colócalos en una bandeja de horno con papel vegetal. Dejamos que los donuts reposen durante unos 30 minutos dentro del horno y vamos a ver como doblan su volumen. Mientras tanto podemos ver la segunda parte de la película.
Una vez hayan doblado su volumen, preparamos un recipiente con aceite de girasol para freír los donuts. Una vez tenemos el aceite caliente, con mucho cuidado para que no marquemos con los dedos nuestros donuts, utilizaremos el papel de horno donde hemos colocado los donuts recortando la base de papel de cada uno de ellos. Vamos friendo en el aceite uno a uno nuestros donuts vuelta y vuelta hasta que estén dorados por ambos lados. Dejamos escurrir el aceite de cada uno de ellos y que se enfríen sobre papel de cocina.
Mientras se enfrían rellenamos una manga pastelera con la crema de cacao. Una vez estén fríos los donuts clavamos la manga en ellos y los vamos rellenando. Y finalmente espolvoreamos el azúcar glas sobre ellos. Ya tenemos listos nuestros Full Metal Donuts.
¡Luces, cámara… a comer!
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